NOTAS MALAS, NIÑOS BUENOS.

Introducirnos en el maravilloso y complejo mundo de la mente humana es un reto de por sí mayúsculo, pero realizar esto en la mente de un niño en edad escolar es todavía más difícil si cabe. Por ello, no podemos evitar hacernos la siguiente pregunta: ¿por qué hay niños con capacidad sobrada para obtener buenas notas que, sin embargo, obtienen un rendimiento menor del esperado? Y en efecto, existen casos de niños que, de tener notables y sobresalientes, pasan a tener suspensos en cuanto transitan del ciclo de Primaria a la ESO (el período en donde se empiezan a producir las transformaciones de niñ@ a adolescente, en suma). La solución, según muchos expertos, como Nora Rodríguez (así lo trata en su libro ‘Neuroeducación para padres’), es combinar con eficacia tres conceptos: ESFUERZO, TÉCNICA y MOTIVACIÓN. ESFUERZO por parte del niño, MOTIVACIÓN por parte de familia y docente, y TÉCNICA por parte de los padres, quienes deben realizar la labor de conocer a sus hijos desde el aspecto puramente emocional. Por tanto, la raíz de que nuestros hijos no sufran ese golpe que afecta a su autoestima como es el de un suspenso inesperado radica en que su núcleo familiar y emocional sea lo más estable posible; en palabras de la propia autora, ‘la mayoría de los padres saben que el ambiente emocional esculpe el cerebro del niño’. #neurología#educación