¿Móvil sí o móvil no? Es la eterna pregunta que padres, tutores y educadores se formulan una y otra vez cuando sus hijos y alumnos, respectivamente, llegan a la edad en la que se les antoja como premio o capricho -cada familia es un mundo, claro está- el consabido aparato. Las nuevas tecnologías nos están beneficiando también en el sector educativo, pero en cuanto a móviles se refiere, esto va mucho más allá; los recientes casos de ‘cyberbullying’ o acoso dentro y fuera de las aulas y de otros malos hábitos como el ‘sexting’ o las grabaciones no autorizadas han hecho plantear a muchos centros la seria posibilidad de prohibirlos en sus aulas. ¿Pero cómo poner freno a esto? En Francia ya se van a empezar a adoptar medidas; de hecho, a partir del curso que viene, se prohibirá a alumnos de entre 6 y 15 años que lleven el móvil, el cual podrán depositarlo en unas taquillas creadas e instaladas en los centros para tal fin.

Por poner datos, en España a los 10 años, un 25% de los niños tiene teléfono; a los 11 un 45,2%; a los 12, un 75%. Para cuando llegan a los 14, nueve de cada diez dispone de móvil. No existe una ley o decreto que regule el uso o la supresión de los móviles, ya que cada comunidad autónoma tiene su propia regulación. Sin embargo, expertos educativos coinciden en que la raíz del problema se encuentra en la propia capacidad y madurez de muchos de estos jóvenes a la hora de utilizar y saber utilizar los smartphones, pues los centros no tienen potestad para prohibir su uso o requisarlos. Sí la tienen, sin embargo, para inculcarles que la tecnología, bien usada, puede constituir una herramienta poderosa para su uso dentro del aula.

[Fuente: www.elmundo.es]