En Medicina, el MIR es el examen que han de realizar todos los que terminan la carrera de Medicina para escoger una plaza de la especialidad a la que desean optar; algo muy parecido pretenden implantar los decanos de las universidades de nuestro país. Y es que un sistema educativo es tan bueno como lo son (o deberían ser, en todo caso) los profesores; este punto, junto con la financiación, es la clave para renovar la Educación en nuestro país.
Las razones de este cambio son claras: el modelo actual para seleccionar a los docente no es válido, y hay demasiados alumnos en unas facultades que no les ofertan más horas de prácticas de calidad. Por ello, estos decanos han presentado un borrador que ya tienen las 17 Conserjerías de Educación, y cuyos puntos clave son:
-El modelo consta de dos fases claramente diferencias: una fase de formación inicial, con dos uno itinerarios, y una fase de habilitación, a la que será necesario acceder a través de una prueba única. La fase de habilitación conjugará la formación y el desempeño profesional remunerado en centros educativos propios de cada uno de los itinerarios.
-Las dos fases se desarrollarán tanto en instituciones universitarias como no universitarias para lo cual tendrán que está debidamente acreditadas por la autoridad correspondiente.
-Habrá dos fases, el Itinerario A y el Itinerario B (en ambas se exigirá un grado y un máster universitarios); el Itinerario A permitirá formar al profesorado que impartirá docencia en la etapa preobligatoria y en la etapa secundaria obligatoria, así como en la formación básica de Personas Adultas. La formación inicial incluirá, además de un grado, un master que permitirá una formación especializada en distintas áreas de conocimiento. La duración de este master, podrá ser variable teniendo en cuenta si el ejercicio profesional se vinculará o no a la educación secundaria obligatoria. El Itinerario B permitirá formará al profesorado que impartirá docencia en toda la etapa
secundaria (ESO, Bachillerato y Formación profesional), así como en las enseñanzas de Régimen Especial. Este itinerario incluirá además de un grado universitario un master que facilitará una formación especializada en el conocimiento didáctico del contenido adquirido en el grado, así como en el conocimiento de las instituciones educativas y de la identidad profesional.
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