LA MEJOR PROFESORA DEL MUNDO.

Se llama Maggie MacDonnell, tiene 37 años, es canadiense y ha sido galardonada con el ‘Global Teacher Prize’, el premio con el que se reconoce al Mejor Profesor o Mejor Profesora del Mundo. Esta profesional, que imparte sus clases en Saluit, una comunidad esquimal de Quèbec de apenas 1.300 habitantes, desarrolla su labor con estudiantes de diversa índole (desde aquellos que tienen problemas con el alcohol hasta quienes han sufrido abusos sexuales o suicidios), y su metodología versa en las experiencias reales que combina con actividades para implicar a aquellos jóvenes desatendidos que quieren seguir formando parte de la comunidad. Todo un logro para esta docente singular, felicitada por otro ilustre profesor que ha desempeñado su labor más allá de las aulas (Justin Trudeau, Presidente de Canadá). Y aunque ya tiene varios logros más conseguidos, lo más difícil es, en palabras de su predecesora, la palestina Hanan Al-Hroub, ‘nuestro trabajo no es solo enseñar conocimiento, también tenemos que ayudarles a aprender a vivir su vida y darles herramientas para que puedan resolver sus problemas’, porque ‘hay que revindicar el papel del docente en esta sociedad’. Estamos en ello con profesionales como ellos.