La época más decisiva en cuanto a exámenes -ya estemos hablando de la Educación Secundaria, el Bachiller, la Selectividad, la Universidad o unas oposiciones- ya está a la vuelta de la esquina, y estampas como el amontonamiento de libros y apuntes subrayados, resumidos y esquematizados (no siempre en este orden) y jornadas (casi) maratonianas de estudio en casa o en las bibliotecas a buen seguro repletas, ya sea con un café o bebida energética como acompañante, son las constantes para un inminente mes de junio en el que los estudiantes y opositores se juegan su futuro académico y extraacadémico. Lo grave es cuando estemos llevando a modo de lastre una asignatura que se nos atraviesa o no estemos convencidos del todo de nuestro éxito: ¿por qué nos dejamos llevar a veces por el fracaso? Puede ser por un mal día, por un mal momento o porque odiemos o, lo que es peor, nos hagan odiar, esa asignatura que al principio no nos iba a costar aprobar; también puede ser porque hagan vernos que lo tenemos difícil, por no decir imposible. Por eso es importante cambiar el chip y empezar a pensar que puedes hacerlo, que le vas a dar la vuelta a la tortilla de tu desilusión; todo el sacrificio siempre tendrá su recompensa, y nada se consigue sin esfuerzo, así que ya sabes: sacrifícate hoy y disfrutarás mañana. #psicología #mentalidad #examenes#positividad

‘Odié cada minuto de mi entrenamiento, pero me dije: “sufre ahora, y vive el resto de tu vida como un campeón’.-MUHAMMAD ALÍ.

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