VIOLENCIA EN LAS AULAS, ¿CÓMO ATAJARLA?

El 92% de los docentes afirma que convive con violencia en su centro escolar; el 72,7% de los profesores asegura que tiene poca o ninguna autoridad en el aula; el 85% de los profesores califica de buena o muy buena su relación con el alumno; frente a un 72% de profesores que afirma que las relaciones con los padres son buenas, el 10% no tiene ningún trato. Estas cifras tan clarificadoras nos muestran claramente uno de los cánceres de nuestra sociedad y que, para más inri, son los que se dan en los centros de la provincia de Cádiz.

Marian Avancino, responsable de Educación del CSIF de la provincia de Cádiz, afirma que ‘los casos de violencia apenas se denuncian, tanto por parte de los alumnos como por parte del profesorado por miedo’. También lamenta, en palabras de la propia responsable, ‘la cuádruple indefensión que sufren los docentes a veces’, es decir, por parte de los alumnos, de sus padres, de los equipos directivos (aunque hay que reconocer que no todos u u son iguales y muchos defienden a muerte a sus maestros) y de la administración. Los profesores son el eslabón más débil y la parte implicada que menos se escucha cuando se produce una agresión.

Vistas las cifras, es evidente que la situación en los centros de Secundaria en la provincia de Cádiz es muy incómoda; en este sentido, los padres también ejercen una presión añadida a los docentes, bien en persona, bien desde las redes sociales, que hace que se les ponga entre la espada y la pared. Pero no todo iba a ser negativo, ya que las agresiones en las aulas se han reducido en la comunidad autónoma andaluza; mucho ha tenido que ver las iniciativas que han impulsado ocho centros andaluces cuyos miembros han sido formados en nivel de convivencia, además de pautas de resolución de conflictos. Está en juego la convivencia en las aulas, y, en general, en nuestra sociedad.