¿Público, concertado o privado? Una de las decisiones más importantes y difíciles para los padres llega con la elección de la escuela infantil o colegio de sus hijos, pero esta decisión se complica más aún cuando estos tienen necesidades educativas permanente (NEE). La reconocida maestra y preparadora de oposiciones, Pilu Hernández Dopico, hace una serie de recomendaciones para tomar la decisión más acertada, y de entre todas ellas destaca esta: «que los padres elijan anteponiendo las necesidades de los hijos a las propias. O lo que es lo mismo, deberán dejar de lado sus preferencias, y dar prioridad a la realidad de su hijo».
1. El centro debe tener los recursos que tu pequeño necesita.
Ante la primera escolarización, es necesario que determinen qué tipo de diversidad funcional tiene el niño. Los servicios de orientación públicos deben realizar un informe que se determine qué tipo de diversidad funcional tiene su hijo, ya sea física, psíquica, sensorial y/o intelectual. Y, por tanto, define también las necesidades y recursos que debe tener el centro educativo más apropiado para su formación como pueden ser: maestro de pedagogía terapéutica pt, maestro de audición y lenguaje AL, fisioterapeuta y /o educador.
2. Metodologías importantes
Para niños con diversidad funcional, es muy recomendable que el centro desarrolle metodologías activas e innovadoras para garantizar la evolución del pequeño.
Estas serían las metodologías más recomendadas:
-Gammificación: término anglosajón, que se define como el uso de las mecánicas de juego en entornos ajenos al juego. Es muy positivo para afianzar mejor los contenidos, hacer los aprendizajes más significativos, fomentar el trabajo en equipo, tiene infinidad de beneficios.
-Aprendizaje basado por proyectos (ABP): es una metodología activa, porque implicamos al alumnado, es decir, los alumnos participan en ella, en su propio proceso de aprendizaje que está basado en el desarrollo de un proyecto, es decir que tienen que elaborar un proyecto de forma grupal y colaborativa para llevar a cabo un proyecto final.
-Aprendizaje cooperativo (AC): es una metodología activa, porque el alumno es el protagonista y participa de forma activa en su propio proceso de aprendizaje, al igual que en ABP. Está basado en la resolución de tarea. Dichas tareas se realizan en pequeños grupos heterogéneos y cooperativos. Éstos grupos no se pueden dividir en “los que van más avanzados y los que no”, por ejemplo…, NO, esos grupos heterogéneos deben de estar formados por una mezcla diversa de todos los alumnos, trabajando de forma coordinada y buscando un objetivo común.
-Inteligencias Múltiples (IMM): el creador de la teoría de las IMM es Howard Gardner, él piensa que hay muchas formas de ser inteligente que no sólo por tener un coeficiente intelectual alto lo eres, sino que hay muchas formas de poder ser inteligente y cada uno independientemente de coeficiente intelectual que es una medida cuantitativa, se puede ser inteligente en función del área o de las habilidades o destrezas que una persona tiene más presentes o que se le dan mejor.
3. No a la sobreprotección
Todos queremos dar lo mejor a nuestros hijos y si además observas que tu hijo tiene una diferencia al resto intentas por todos los medios facilitarle todo y ahí está la delgada línea «entre la ayuda y el dárselo hecho», ¿cómo les perjudica esto? «En todos los sentidos, no os lo podéis imaginar, desde en lo más sencillo como es la motricidad gruesa, y también la fina, hasta en el lenguaje, en la socialización con los demás compañeros, en su autonomía personal…todo esto se lo reducimos de raíz», aclara esta maestra.
4. Buscar centros inclusivos
¿Cuál es la diferencia entre integración e inclusión? La integración, explica la creadora de El Pupitre de Pilu, «significa que el alumno tenga todos los recursos que necesite según su dictamen de escolarización y pueda ir alcanzando sus objetivos, aunque trabaje temas diferentes a los del resto de la clase. Es decir, mientras en el grupo o clase están trabajando el ciclo del agua, el alumno con necesidades educativas permanentes, está trabajando por ejemplo, el aparato digestivo con un apoyo dentro del aula, o está en el aula de apoyo fuera del aula, o en las sesiones de PT y AL. Esto es integración».
Y la inclusión es, prosigue, «si tomamos el mismo caso anterior, que el alumno con necesidades educativas permanentes, esté haciendo lo mismo que sus compañeros y que su aprendizaje sea significativo».
5. Cercanía del colegio: socialización.
Tras elegir el centro teniendo en cuenta los recursos que ofrece, es importante tener en cuenta la cercanía del centro. «Esto favorece mucho a los hijos ya que fomenta la socialización con los compañeros que van al mismo colegio, pues les permite coincidir en los parques cercanos y crear relaciones personales extraescolares. Es importante cuidar este aspecto en estos niños, que ya de por sí tienen problemas para comunicarse entre ellos… Hay que favorecer la socialización», indica esta maestra.
6. Por último… el tutor, maestro, o profesor. «Teniendo en cuenta que la opción elegida cuente con los recursos que el niño necesita, dará igual un centro que otro. Lo que sí es importante -concluye- y esto lo puede tener igual un centro público, que uno concertado o el más privado de los privados del mundo, será el tutor, maestro o profesor que le toque a tu hijo».