Quédense con este nombre: Natalia Lizeth López López, 11 años, de raza nahuátl (=indígena), natural de Veracruz (México). Su intervención eclipsó por completo el discurso que daría el actual Presidente de México, Enrique Peña Nieto, en Guadalajara; con una gran capacidad oratoria y unos mensajes dignos de todo un líder, esta niña, a quien su madre ‘le recomienda leer 30 minutos al día’, ensalza los valores de la educación, el respeto y la familia, así como la defensa de los valores, las identidades y las diversidades culturales. Bien es sabido que los valores vienen de casa y que deben inculcarse para seguir multiplicando su enseñanza, pero en la práctica diaria se quiere que los pequeños y jóvenes puedan sobrellevar consigo la importancia social que estos tienen para un aporte significativo a la sociedad. Ella, que cursa el sexto grado y vive en una colonia humilde en la periferia llamada Andrés Caballero, ahora es una heroína que conmueve por sus palabras cargadas de inocente convicción, porque el problema, señala, es que los adultos se olvidaron de algo importante: “no estamos practicando valores”. Por ello dice: “falta armonía en nuestra sociedad”. Para educar en valores se debe educar desde espacios de paz y asertividad. Comprender que todos somos vulnerables y dóciles a la formación es importante, porque así asentamos principios, bases morales y fundamentos importantes del quehacer moral necesario para entender el sentido humano de nuestro camino como educadores o civiles trasparentes de buenos valores. #valores #educación #respeto#tolerancia
‘¿Por qué las diferentes etnias de nuestro país se están perdiendo, por qué no valoramos las riquezas de nuestras raíces, pues porque no estamos practicando valores? Porque día a día dejamos de hacer buenas acciones y de preocuparnos por los demás, los adultos, se pierden en el estrés de la vida diaria, y le dan tanta importancia a las cosas materiales que nos ofrece la sociedad y olvidan lo verdaderamente importante: los valores’.-NATALIA LISBETH LÓPEZ LÓPEZ